Following Jesus

01-08-2023AllInternational Catholic Stewardship Council

We follow all sorts of people and organizations on social media. Friends. Celebrities. A favorite author, athlete, charity, or business. At times, we may think before following: do we want the additional postings or emails? Typically, following a business or celebrity does not require much of a commitment. We may or may not read every post that comes through on our feed. We might respond, or we may not. Even when we do, our response is often as simple as hitting the “like” button. Following Jesus is a very different sort of thing.

To follow Jesus means to enter into a relationship with him and to exercise good stewardship over that relationship. When Jesus asks us to follow him, we know that doing so is to have an impact in our lives. As with any friendship, if our relationship with Jesus is to grow, we will have to spend time with and pay attention to him. At first, this might mean taking a few moments at the beginning or end of each day for prayer.

We may be more attentive during Mass; we may pause in the midst of our day’s activities to notice the beauty of creation, the blessing of family and friends, the gift of kindness and patience shared among co-workers. The best of friends also influence each other, for the better. Growing in relationship with Jesus will change us, leading us to think of others as well as ourselves, often putting the needs of others first. We learn to be mindful of those who need to know God’s love through our actions, serving them, sharing forgiveness, mercy, compassion, and faith.

Following Jesus is the work of a lifetime. At every step forward, one is challenged to go further in accepting and loving God’s will. Being a disciple is not just something else to do, alongside many other things suitable for Christians; it is a total way of life and requires continuing conversion (Stewardship: A Disciple’s Response, p. 15).

How will you follow Jesus now and into the future? How will you learn from and invite him to have an impact in your life? How will your stewardship of this relationship impact the way you live?

Seguir a Jesús

Nosotros seguimos a toda clase de personas y organizaciones en las redes sociales. Amigos, celebridades, un autor favorito, un atleta, una organización de caridad, o un negocio favorito. A veces, pensamos antes de seguirles: ¿queremos las publicaciones adicionales o correos electrónicos? Típicamente, seguir un negocio o una celebridad no requiere de mucho compromiso. Podemos o no, leer cada correo que llega a nuestra bandeja. Tal vez respondamos o tal vez no. Aún si lo hacemos, nuestra respuesta es a menudo tan sencilla como oprimir el botón de “me gusta.” Seguir a Jesús es algo totalmente diferente.

Seguir a Jesús significa entrar en una relación con él y ejercitar una buena corresponsabilidad sobre esta relación. Cuando Jesús nos pide seguirle, nosotros sabemos que hacerlo es tener un impacto en nuestra vida. Del mismo modo que con cualquier amistad, si queremos que nuestra relación con Jesús crezca, tendremos que pasar tiempo con él y ponerle atención. Al principio, esto tal vez signifique tomar unos momentos al inicio o al final de cada día para orar.

Podemos estar más atentos durante la Misa, tal vez hacer una pausa a la mitad de nuestras actividades del día para reconocer la creación, la bendición de la familia y amigos, el don de la amabilidad y la paciencia que se comparte entre los compañeros de trabajo. Lo mejor de los amigos es que también influyen mutuamente, para ser mejores. Crecer en la relación con Jesús nos cambiará, conduciéndonos a pensar en los demás, así como en nosotros mismos, poniendo con frecuencia las necesidades de los otros primero. Aprendemos a ser conscientes de aquellos que necesitan conocer el amor de Dios a través de nuestras acciones, sirviéndoles, compartiendo el perdón, misericordia, compasión y fe.

Seguir a Jesús es un trabajo de toda la vida. En cada paso que se avanza, uno es desafiado a ir más lejos en aceptar y amar la voluntad de Dios. Ser un discípulo no es solamente algo más que hacer, junto con muchas otras cosas convenientes para los cristianos; esta es una forma total de vida y requiere conversión continua. (Corresponsabilidad: La Respuesta del Discípulo, p. 15). ¿Cómo seguirá usted a Jesús ahora y en el futuro? ¿Cómo aprenderá de él y le invitará a tener un imacto en su vida? ¿Cómo afectará su corresponsabilidad de esta relación la forma en que usted vive?