Meet Sue Klein
by Sue Klein | 10/13/2020 | From Sue KleinAlthough I was born in the Valley when my father was stationed at Luke Air Force Base, I do not consider myself a true “native Arizonian” as I did not live here long enough to remember anything. I moved in and out of the country many times until landing in Austin, Texas, where my father retired from the Air Force. I attended college and law school in Texas. It was at Baylor Law School, while attending the local Catholic Church, that I met Tom, a true “native Phoenician.” We were married about one year later.
Tom and I moved back to Phoenix and became members of the St. Francis Community shortly thereafter. We raised our two wonderful daughters here and they attended St. Francis Elementary School and Xavier. I became involved in the parish by participating in the Social Justice Committee, serving on the Parent Association and School Board, serving as an EM, and participating in prayer groups. Involvement in these ministries led me to discover the beauty of a Jesuit Parish, where all are welcome.
It was when Tom was called to become a Deacon that my involvement in the parish grew. I was able to retire from my legal job and Tom and I became involved in Marriage Preparation and English Baptisms. I also assist with annulments and the Ignatian Family Faith Formation program. It has been an exciting and humbling journey. I am blessed and grateful for the support of all the parishioners at St. Francis.
Conoce Sue Klein
Aunque nací en el valle durante el emplazado de mi padre en la base de Luke Air Force, no me consideraba una “verdadera arizonence,” ya que no viví aquí lo suficiente para recordarlo. Me mudé dentro y fuera del país muy a menudo hasta que me establecí en Austin, Texas, donde mi padre se retiró de las fuerzas armadas. Asistí al colegio y a la escuela de leyes en Texas. Durante mi tiempo en la escuela de leyes de Baylor, asistía a una iglesia católica y conocí a Tom, un “verdadero fenicio.” Un año después nos casamos.
Tom y yo nos mudamos a Phoenix y poco después, nos hicimos miembros de la comunidad de San Francisco. Crecimos a nuestras dos hermosas hijas quienes asistieron a la escuela elemental y preparatoria de la parroquia. Me involucre en la parroquia participando en el comité de justicia social, sirviendo en la asociación de padres y el consejo escolar, así también como ministra de eucaristía y en los grupos de oración. Involucrarme en estos ministerios me condujo a conocer la hermosura de la parroquia jesuita, donde todos son bienvenidos.
Cuando Tom fue llamado al diaconado, mi participación en la parroquia creció. Me retiré de mi trabajo jurídico y me involucre en la preparación matrimonial y bautismal en inglés. También asisto en el proceso de anulación y el programa ignaciano familiar en formación de la fe, apoyando así a los parroquianos de San Francisco.
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